El insomnio es un trastorno intrínseco del sueño extremadamente frecuente. Cuando, además, existen altos niveles de ansiedad, depresión o determinado grado de estrés psicológico, el trastorno puede llegar a hacerse crónico y la deficiente restauración de la vigilia provocará síntomas secundarios de fatiga, cansancio, somnolencia y escasa motivación. La reacción mental y emotiva a estos síntomas reproducirá algunas de las mismas manifestaciones de ansiedad, depresión y fatiga que engendraron previamente el cuadro, creándose un círculo vicioso que puede llegar a ser de difícil tratamiento, deteriorando inexorablemente la calidad de vida del sujeto.
El insomnio comienza con la predisposición a un sueño de mala calidad y rápidamente pasa a ser condicionado o aprendido, rebelde a los esfuerzos para dormir.
La Terapia con Magnetofield proporciona un efecto generalizado de relajación orgánica y sedación debido, por una parte, al aumento en la producción de endorfinas y, por otra, al hecho de su actuación de relajación muscular e hipotensora, puesto que siempre que se asocian ambos hay un marcado efecto relajante general sobre el organismo. La técnica activa los centros involucrados con los generadores del sueño y marca la tendencia a un restablecimiento de la arquitectura del sueño, con la distribución de las fases y ciclos en el comportamiento del sueño de sujetos normales.
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